Lectura dramatizada
apropiada para estas fechas
DON JUAN TENORIO (José Zorrilla)
Doña
Inés también ha hecho una apuesta, pero con Dios: si logra el arrepentimiento
del joven, los dos se salvarán pero, si no lo consigue, se condenarán
eternamente. Ante la tumba de Don Gonzalo, Don Juan invita al comendador a
cenar y éste lo invita a su vez a compartir la mesa de piedra con él en el
panteón.
Cuando
el espíritu del Comendador está a punto de llevarse a Don Juan al infierno,
Doña Inés interviene y le ruega que se arrepienta. La joven gana la apuesta y
los dos suben al cielo rodeados de cantos e imágenes celestiales:
(Don
Juan se hinca de rodillas, tendiendo al cielo la mano que le deja libre la
estatua. Las sombras ,esqueletos, etc., van a abalanzarse sobre él, en este momento
se abre la tumba de doña Inés y aparece ésta. Doña Inés toma la mano que don
Juan tiende al cielo.)
DOÑA INÉS:
¡No!
Heme ya aquí,
don
Juan mi mano asegura
esta
mano que a la altura
tendió
tu contrito afán,
y
Dios perdona a don Juan
al
pie de la sepultura.
DON JUAN:
¡Dios
clemente! ¡Doña Inés!
DOÑA INÉS:
Fantasmas,
desvaneceos:
su
fe nos salva..., volveos
a
vuestros sepulcros, pues
la
voluntad de Dios es.
De
mi alma con la amargura
purifiqué
su alma impura,
y
Dios concedió a mi afán
la
salvación de don Juan
al
pie de la sepultura.
DON JUAN:
¡Inés
de mi corazón!
DOÑA INÉS:
Yo
mi alma he dado por ti,
y
Dios te otorga por mí
tu
dudosa salvación.
Misterio
es que en
comprensión
no
cabe de criatura:
y
sólo en vida más pura
los
justos comprenderán
que
el amor salvó a don Juan
al
pie de la sepultura.
Cesad
, cantos funerales
(Cesa
la música y salmodia.)
callad,
mortuorias campanas
(Dejan
de tocar a muerto.)
ocupad,
sombras livianas,
vuestras
urnas sepulcrales
(Vuelven
los esqueletos a sus tumbas, que se cierran.)
volved
a los pedestales,
animadas
esculturas;
(Vuelven
las estatuas a sus lugares.)
y
las celestes venturas
en
que los justos están,
empiecen
para don Juan
en
las mismas sepulturas.
(Las
flores se abren y dan paso a varios angelitos que
rodean
a DOÑA INÉS y a DON JUAN, derramando sobre
ellos
flores y perfumes, y al son de una música dulce y
lejana,
se ilumina el teatro con luz de aurora. DOÑA
INÉS
cae sobre un lecho de flores, que quedará a la vista en lugar de su tumba, que
desaparece.)
DOÑA
INÉS, DON JUAN, LOS ÁNGELES
DON JUAN:
¡Clemente
Dios, gloria a Ti!
Mañana
a los sevillanos
aterrará
el creer que a manos
de
mis víctimas caí.
Mas
es justo: quede aquí
al
universo notorio
que,
pues me abre el
purgatorio
un
punto de penitencia,
es
el Dios de la clemencia
el
Dios de Don Juan Tenorio.
(Cae
DON JUAN a los pies de DOÑA INÉS, y mueren ambos. De sus bocas salen sus almas
representadas en dos brillantes llamas, que se pierden en el espacio al son de
la música. Cae el telón.)