21 dic 2012

Regalo de Navidad

La biblioteca del IES Francisco de Orellana quiere homenajear a toda su comunidad educativa y agradecer su colaboración e implicación en esta tarea nuestra de fomentar la lectura y escritura.
No sabéis hasta qué punto vuestra generosidad se verá recompensada.
       Ya que Papá Noel tiene este año 2012 problemas de sobrecarga en su trineo y que Los Reyes Magos, que ya no son de Oriente, deben desplazarse más de la cuenta- en 2013 se dirigen al portal saliendo desde Tartessos- vamos a pedir  un poquito menos estas Navidades : que se os cumpla al menos un deseo de los muchos que tenéis.
                                                                FELIZ NAVIDAD 
¡Ah, no se os olvide regalar un libro! 
  orellanaleeorellanaleeorellanalee orellanaleeorellanalee orellanalee
Nos ha gustado tanto este microrrelato que hemos querido compartirlo con vosotros. Por cierto, ya podéis ir convocando a las Musas para nuestro próximo concurso de microrrelatos. Considerad este humilde homenaje como nuestro regalito de Navidad.
Se titula....
DESINTOXICACIÓN
El médico me prohibió leer. Cogió un bolígrafo y anotó algo sobre el cuaderno. Le hubiese quitado el boli allí mismo. Apreté los puños por debajo de la mesa y mentí: quiero dejarlo. De momento, no iban a internarme, pero debía olvidarme de los libros. Si no lograba vencer la enfermedad tendrían que meterme en esa clínica tan prestigiosa para escritores. Me hicieron pasar a una sala mientras el médico hablaba con mis padres. Al llegar a casa, tiraron los libros que tenía escondidos debajo de la cama y dieron mi nombre en las pocas librerías y bibliotecas que quedaban abiertas para que me prohibiesen la entrada. Nunca me dejaban solo. Les engañaba. Me encerraba en el baño y leía la composición de los champús o les acompañaba al supermercado y me paraba en la sección de congelados a repasar los ingredientes. Pero me sabía a poco.

Empecé a robar. En el metro miraba de reojo al viajero de al lado y me hacía con nombres y adjetivos del periódico que estaba leyendo. Pillé un verbo transitivo de una carta del banco que sustraje del buzón del vecino. Conseguí dos preposiciones en un carné de identidad y algunos adverbios, aunque terminados en mente, en un folleto que me dieron en la calle. Cuando asalté una biblioteca, me internaron. El día que entré en la clínica, vi salir a Juan Manuel de Prada. Había adelgazado y no llevaba esas gafas de pasta que le caracterizan. Tenía mejor aspecto. En mi grupo de terapia, reconocí a Lorenzo Silva, aunque la mayoría éramos gente anónima. Pronto descubrí el mercado negro. Al apagar las luces de las habitaciones, nos reuníamos en los baños y traficábamos con palabras. Cambiábamos adverbios por preposiciones y dábamos nuestra alma por encontrar a quien tuviese el adjetivo perfecto. Por la noche componíamos historias, las memorizábamos y al día siguiente, a la hora del paseo, lejos de los ojos de los enfermeros que se distraían con la televisión, nos las contábamos. Cuando salí de la clínica todos pensaban que me había curado.

Ernesto Ortega

30 nov 2012

Premio Cervantes 2012

JOSÉ MANUEL CABALLERO BONALD


Breve guía del escritor total.


Poeta, novelista, memorialista, ensayista e historiador (del flamenco), José Manuel Caballero Bonald es uno de esos escasísimos autores con asiento propio (y de primera fila) en varios géneros de la historia de la literatura española. En un país como España, que rara vez da para dos ideas distintas sobre la misma persona, la obra del recentísimo Cervantes ha sido reconocida con el premio de la Crítica en tres ocasiones y en dos disciplinas distintas: la poesía —Las horas muertas (1959); Descrédito del héroe (1977)— y la novela —Ágata ojo de gato (1974)—. Lo que sigue es una breve guía de lectura para acercarse a un escritor total, que, además, en enero próximo publicará Oficio de lector (Seix Barral), una recopilación de ensayos, reseñas, prólogos y conferencias inéditas sobre autores como Góngora, Mallarmé, Juan Ramón Jiménez, Juan Carlos Onetti o José Ángel Valente. Y, por supuesto, Cervantes.

La poesía

Las adivinaciones (1952). Ganador de un accésit del mítico Premio Adonais (agente consagrador de la generación del 50), fue el libro con el que se estrenó alguien que ha sido narrador de forma intermitente pero poeta toda su vida. Aparentemente realista, la de sus versos es una realidad inventada y transfigurada por un lenguaje preciosista. Además, contiene el poema con el que todavía hoy su autor abre muchas de sus lecturas públicas, “Versículos del Génesis”, un arrebatado canto a la nocturnidad. La noche es, junto al mar, uno los grandes temas de su obra poética.





Descrédito del héroe (1977). El gran libro de madurez. Después de pagar peaje al compromiso social antifranquista con Pliegos de cordel (1963), cuajó una voz que el propio poeta ha definido como hecha de “predilectas dicciones latinas” y “atemperadas resonancias barrocas”. Su escritura coincidió con la de la novela Ágata ojo de gata y Caballero Bonald siempre ha subrayado el parentesco entre ambas en una búsqueda de “zonas prohibidas de la experiencia”. Entre la ensoñación, la realidad y el mito.

Entreguerras (2012). Se publicó en enero de este mismo año. Un solo poema de casi 3.000 versos que mezcla irracionalismo y autobiografía para, en una ebriedad desatada, crear un particular reflexión sobre la naturaleza de las cosas. No en vano, el De Rerum Natura de Lucrecio es el demonio tutelar de un libro torrencial que siguió al indignado Manual de infractores y al elegíaco La noche no tiene paredes y que el propio Caballero Bonald anunció como su último libro de poemas. Nunca se sabe.

Las novelas

Dos días de septiembre (1962). Caballero Bonald debutó como novelista ganando el Premio Biblioteca Breve con una historia que transcurre durante la vendimia de 1960. Una ácida critica a una sociedad latifundista, anquilosada y atravesada por las diferencias entre ricos y pobres. No tardó en verse como un trasunto del Jerez natal del escritor.

Ágata ojo de gato (1974). La cumbre narrativa del escritor andaluz fue una refundación mítica del Coto de Doñana, Argónida en su léxico particular. Novela que responde a una formulación poética sin caer en ese engendro de la prosa poética, el libro repasa la vida de varias generaciones de un mismo linaje. Con todo, su personaje principal es el paisaje. Y el lenguaje.

Las memorias

La novela de la memoria (2010). Un año después de publicar su poesía completa bajo el título de Somos el tiempo que nos queda, el nuevo premio Cervantes reunió en un volumen de casi 1.000 páginas los dos tomos de sus memorias: Tiempo de guerras perdidas (1995) y La costumbre de vivir (2001). De la infancia andaluza a la formación literaria en Madrid pasando por sus años como profesor en Colombia o como secretario de Papeles de Son Armadans –la revista fundada por Camilo José Cela-, estas memorias son un retrato sin concesiones de la España de la segunda mitad del siglo XX y una radiografía sin maquillar de su mundillo literario. Los recuerdos se detienen en la Transición. Caballero Bonald no ha querido seguir haciendo memoria. Ni sangre.
http://cultura.elpais.com/cultura/2012/11/29/

Día de las librerías.

El día 30 de noviembre es nuestro día, el día de las librerías.


Llévame a la librería
para ver el mundo.

También es el día de todos los lectores, de los que nos visitan asiduamente y de aquellos que lo hacen de forma esporádica. Ese día las puertas de las librerías españolas estarán más abiertas que nunca para todos, no cerraremos hasta las diez de la noche. Las librerías trabajamos para difundir el libro y fomentar la lectura y para conseguirlo ofrecemos un marco ideal, el marco cultural que necesita el libro.
 

www.penc  il
-ilustradores.com/


19 nov 2012

9 Poemas de Otoño



EL OTOÑO SE ACERCA
El otoño se acerca con muy poco ruido:          
apagadas cigarras, unos grillos apenas,         
defienden el reducto                                            
de un verano obstinado en perpetuarse,         
cuya suntuosa cola aún brilla hacia el oeste.  
Se diría que aquí no pasa nada,                         
pero un silencio súbito ilumina el prodigio:     
ha pasado                                                              
un ángel                                                                 
que se llamaba luz, o fuego, o vida.                
Y lo perdimos para siempre.                             
 Ángel González      



         POEMA 6           

  Te recuerdo como eras en el último otoño.
    Eras la boina gris y el corazón en calma.  
  En tus ojos peleaban las llamas del crepúsculo. 
       Y las hojas caían en el agua de tu alma.     
        [...]        
   Tu recuerdo es de luz, de humo, de estanque en calma!
  Más allá de tus ojos ardían los crepúsculos.
  Hojas secas de otoño giraban en tu alma. 
                  Pablo Neruda                 




           OTOÑO
                                Aprovechemos el  otoño 
     antes de que el invierno nos escombre  
    entremos a codazos en la franja del sol  
   y admiremos a los pájaros que emigran  
                     ahora que calienta el corazón  
             aunque sea de a ratos y de a poco 
                    pensemos y sintamos todavía 
              con el viejo cariño que nos queda 
                                aprovechemos el otoño 
               antes de que el futuro se congele 
                      y no haya sitio para la belleza 
   porque el futuro se nos vuelve escarcha 
  Mario Benedetti



LAS SOMBRAS DEL VERANO  

             Se muere el mar de otoño      
         hay niños que apuñalan las estatuas   
     y las olas arrastran candelabros, sables rotos.
      Alguien que no conozco me persigue llorando
       -pero sé que el verano fue la vida.      

 Felipe Benítez Reyes   


   OTOÑO
    Mujer densa de horas 
    y amarilla de frutos     
   como el sol del ayer     
   El reloj de los vientos te vio florecer         
   cuando en su jaula antigua                         
   arrancaba las plumas el terco atardecer 
  El reloj de los vientos                                 
  despertador de pájaros pascuales          
  que ha dado la vuelta al mundo               
  y hace juegos de agua en los advientos
 De tus ojos la arena fluye en un río estéril 
  Y tantas mariposas distraídas               
  han fallecido en tu mirada                      
 que las estrellas ya no alumbran nada 
   Mujer cultivadora        
   de semillas y auroras 
    Mujer en donde nacen las abejas  
    que fabrican las horas                     
     Mujer puntual como la luna llena 
    Abre tu cabellera                 
    origen de los vientos         
   que vacía y sin muebles    
    mi colmena te espera.      
     Gerardo Diego


DÍA DE OTOÑO
 
Señor: es hora. Largo fue el verano.
Pon tu sombra en los relojes solares,
y suelta los vientos por las llanuras.
Haz que sazonen los últimos frutos;
concédeles dos días más del sur,
úrgeles a su madurez y mete
en el vino espeso el postrer dulzor.
No hará casa el que ahora no la tiene,
el que ahora está solo lo estará siempre,
velará, leerá, escribirá largas cartas,
y deambulará por las avenidas,
inquieto como el rodar de las hojas.
Rainer M. Rilke 


    VIENTO DE OTOÑO       
Hemos visto, ¡alegría!, dar el viento     
gloria final a las hojas doradas.             
Arder, fundirse el monte en llamaradas 
crepusculares, trágico y sangriento.       
Gira, asciende, enloquece, pensamiento.
Hoy da el otoño suelta a sus manadas. 
¿No sientes a lo lejos sus pisadas?      
Pasan, dejando el campo amarillento.  
Por esto, por sentirnos todavía           
música y viento y hojas, ¡alegría!        
Por el dolor que nos tiene cautivos,    
por la sangre que mana de la herida   
¡alegría en el nombre de la vida!        
Somos alegres porque estamos vivos.

   José Hierro     



      CANCIÓN DE OTOÑO 

        Los largos sollozos
                 De los violines
                          Del otoño
          Hieren mi corazón
                 Con monótona
                         Languidez
                Todo sofocante
              Y pálido, cuando
                  Suena la hora,
                 Yo me acuerdo
        De los días de antes
                                Y lloro
                            Y me voy
     Con el viento malvado
                     Que me lleva
              De acá para allá,
                    Igual que a la
                     Hoja muerta.
   Paul Verlaine 



 CANCIÓN

 Tan, tan ¿Quién es...?
     Tan, tan.    
     ¿Quién es?   
 El Otoño otra vez.
¿Qué quiere el Otoño?
  El frescor de tu sien.
  No te lo quiero dar.
 Yo te lo quiero quitar.

    Tan, tan.   
    ¿Quién es?  
  El Otoño otra vez.  

Federico García Lorca

1 nov 2012

Agustín García Calvo. "Libre te quiero"

Libre te quiero,
como arroyo que brinca
de peña en peña.
Pero no mía.

Grande te quiero,
como monte preñado
de primavera.
Pero no mía.

Buena te quiero,
como pan que no sabe
su masa buena.
Pero no mía.

Alta te quiero,
como chopo que al cielo
se despereza.
Pero no mía.

Blanca te quiero,
como flor de azahares
sobre la tierra.
Pero no mía.

Pero no mía
ni de Dios ni de nadie
ni tuya siquiera.

Agustín García Calvo





31 oct 2012

Asamos los calbotes






Antes de que llegara Halloween...


Almas que se paseaban por el pueblo con capucha negra y hogueras a medianoche eran algunas tradiciones para festejar el día de Los Difuntos.

Recuerda aquella noche en el campanario de la iglesia de su pueblo, Fuente de Cantos (Badajoz), como uno de los momentos más emocionantes de su infancia. Hacían hogueras, comían castañas asadas y las campanas doblaban hasta que amanecía. Él tenía siete años, vestía de monaguillo y era su manera de festejar el día de Los Difuntos. De eso hace cuatro décadas, pero a Valentín Porras, que ahora ejerce de alcalde en Santibáñez el Alto (Cáceres), no se le olvida ni un detalle. «Primero íbamos por las casas pidiendo lo que quisieran darnos: nueces, castañas, almendras...; alguna vez caía algo de dinero que luego nos repartíamos... La gente era generosa porque decíamos: 'Venimos a pedir para doblar a los difuntos'. Después los monaguillos nos pasábamos toda la noche en el campanario enredando y haciendo de las nuestras», relata con nostalgia.

«Esto se hacía en la madrugada del 1 al 2 de noviembre -continúa-, pero ya esa tradición se ha perdido, entre otras cosas porque en todos sitios ya hay campanas eléctricas y nadie sube a tocar».

Más atrás en el tiempo viaja Gregorio Sánchez, vecino de toda la vida de Santibáñez el Alto (unos 400 habitantes), que ha cumplido 80 primaveras. Cuenta que en los años 40 (en plena posguerra), cuando era un chaval, el día de Los Difuntos aparecían las 'ánimas benditas' y recorrían las calles del pueblo pidiendo dinero de casa en casa. La recaudación iba para la iglesia. «Eran cinco o seis personas vestidas de negro y con una capucha también negra. Daban un poco de respeto. Llevaban siempre una esquila (un pequeño cencerro) y también iban de visita al cementerio», rememora. En el camposanto, las mujeres se reunían para rezar.

En Cheles (Badajoz), más o menos por la misma fecha, los autóctonos recuerdan una costumbre parecida a la Fuente de Cantos. Los niños, a la voz de: 'Dame los santos o te rompo los cántaros' (en referencia a las vasijas donde se guardaba el agua en aquella época) recorrían el pueblo pidiendo frutos secos o dulces caseros para después celebrar un día de convivencia en el campo.

De esta jornada campestre también habla Gregorio. Él la llama 'La Chiquitía': «Se hacía el día de Todos los Santos. Los chavales se reunían alrededor de una lumbre a comer castañas y se contaban cuentos». Esta tradición, quizás la más típica en todas las localidades extremeñas, recibe distintos nombres. En Las Hurdes se le denomina 'La Carvochá'. En Plasencia son 'Los Calbotes' y en Casar de Cáceres, 'La fiesta del Carbote'.

Son algunos ejemplos de la riqueza de costumbres que había en Extremadura para celebrar el día de Todos los Santos y el de Difuntos -cuya fecha se aproxima- cuando todavía no había televisión o solo se podía ver un canal en blanco y negro. Muchas se quedaron en el pasado (como las hogueras a medianoche), otras han logrado sobrevivir (las jornadas campestres se siguen haciendo, aunque en algunos pueblos se quejan de que cada vez se parece más a un botellón) y otras se intentan recuperar por parte de asociaciones culturales (como las procesiones de ánimas).

Lo que está claro es que «antes de que llegara Halloween, ya teníamos en Extremadura rituales con los que celebrar la visita de los difuntos», tal y como manifiesta Eloy Martos, doctor en Filología Hispánica, profesor de Lengua y Literatura en la Universidad de Extremadura y un apasionado de los mitos y leyendas que tienen que ver con «esos umbrales entre los muertos y los vivos», como él lo define. «Hay una riquísima tradición de procesiones de ánimas (almas) en Extremadura, sobre todo en el norte de la provincia de Cáceres, no es solo algo típico de Galicia (donde es muy conocida la Santa Compaña)».

Un visitante misterioso

Martos explica que todos estos rituales tienen un origen celta: «La muerte es siempre un visitante misterioso. Los muertos son los espíritus guardianes de los vivos. Y todos estos ritos lo que hacen es conciliar. Podríamos decir que es una manera de catarsis».

En este sentido, explica que nuestra tradición tiene que ver más con la mexicana que con la anglosajona (de la que viene Halloween). «En México la gente va al cementerio y hace allí la comida con los muertos», asegura. No hay que olvidar que aquí una tradición que sigue con fuerza es la visita a los seres queridos para llevarle flores.

«A la muerte por un lado se la venera, pero por otro lado se la teme. Esa ambivalencia es muy típica y muy humana». Y añade en referencia a Halloween: «Si queremos producir miedo, hay veintitantos monstruos españoles divertidísimos. Pero ahora ya se ha creado una industria del entretenimiento».

Cierto es que con la llegada del día de Todos los Santos y el de Difuntos, muchas localidades de la región acogen fiestas de disfraces de Halloween en las que no faltan telarañas y calabazas.

El término procede de la contracción de 'All Hallows' Eve', que significa la víspera de Todos los Santos. Y se trata, igualmente, de un ritual conciliatorio. «Es una fiesta venida de los seres de ultramundo, ya se entienda que son fantasmas, difuntos, duendes o demonios», indica Martos. Los niños piden caramelos por las casas a la voz de: 'truco o trato' ('trick or treat' en inglés). «Se trata de una leyenda popular de origen céltico que explicaba cómo el visitante de ultramundo interactuaba con su 'víctima' potencial», añade.

«El sentido de estas fiestas es siempre el mismo en todas las partes del mundo. Cada cierto tiempo ritualmente marcado, se abre un canal de comunicación entre el mundo de los vivos y los 'otros'», resume Martos. Y en ese sentido insiste en la importancia de conocer las costumbres propias antes de copiar tradiciones. «La comunidad tiene la obligación de respetar su memoria».

Con él coincide Valentín, el alcalde de Santibáñez, que también es maestro de Primaria en el pueblo y asegura que todos los años, cuando llega el día de Los Santos y Los Difuntos, tiene «peloteras con el de Inglés porque se le da mucho bombo al tema de Halloween con los niños».

28.10.12 - 00:15 - ROCÍO SÁNCHEZ RODRÍGUEZ rosanchez@hoy.es



22 oct 2012

Premio Cervantes Chico 2012

Jordi Sierra I Fabra

       Premio Cervantes Chico 2012




 CARTA DE JORDI SIERRA I FABRA

A veces, la vida te hace regalos. A veces, incluso, te sorprende con inesperadas y placenteras casualidades que convierten el regalo en una especie de premio añadido. Por ejemplo, que se haga pública la concesión de un galardón honorífico como el Cervantes Chico el mismo día en que cumples 65 años.

Esta carta, con mi gratitud y amor, va dirigida especialmente a los más de cuatro mil chicos y chicas de Alcalá que se convirtieron en jurados y jueces del premio. No son pocos. A mí me resulta asombroso. Cuatro mil lectores, cuarenta y dos centros, una ciudad. Poco importa el añadido de que sea la cuna cervantina. Se trata de una cifra insólita que convierte el Cervantes Chico en un galardón ciento por ciento popular, y si es maravilloso que un jurado de profesionales te premie, más lo es que sean los lectores.

Será difícil poder besar a las chicas y abrazar a los chicos cuando venga en octubre a recoger el premio, pero lo intentaré. Sea como sea, esta carta es también un beso y un abrazo.

Este año 2012 se cumplen 40 años de la publicación de mi primer libro. Fue el 17 de noviembre de 1972 cuando presenté la “Historia de la Música pop”, primera obra dedicada al fenómeno musical editada en castellano en el mundo. Toda mi vida la he dedicado y consagrado a la palabra escrita. La gente suele ver en mí al tipo de los más de 400 libros escritos. Nunca quise batir récords: sólo deseé ser feliz. Y lo he sido, lo soy, seguiré siéndolo mientras pueda contar las historias que se me ocurren. Ahora debo de ser ya mayor, porque cuando te hacen homenajes o te dan premios honoríficos al trabajo de toda una vida, es que los años han pasado.

Me gustaría daros las gracias por haber confiado en mí, por incluirme en la relación de los galardonados con el Cervantes Chico, pero si por algo he de daros las gracias, a los cuatro mil, es por leer, por saber que en un libro está todo, que es la llave del futuro, el único aceite capaz de engrasar la mente y darle alas al poder que cada uno lleva dentro. A mí, cuando era niño, leer me salvó la vida. Nunca fui un estudiante maravilloso, pero absorbía todo de las novelas que devoraba. Así que pienso que no habéis premiado a un escritor: os habéis premiado a vosotros mismos porque sin leer no me conoceríais. Ni a Cervantes.
Nos vemos en octubre.
Espero que sea una fiesta, una auténtica fiesta.
¡Hasta pronto!
Jordi Sierra i Fabra

http://www.premiocervanteschico.es/